Muy bien, has decidido que el anillo de compromiso será blanco y ahora quisieras estás decidiendo si el oro blanco o el platino será la opción ideal para ti. A pesar de su apariencia similar, presentan diferencias fundamentales en su composición química, propiedades físicas y procesos de fabricación. A continuación, se detallan sus características para que puedas tomar una decisión informada. Este es el blog ideal para encontrar la respuesa.
1. Composición Química y Propiedades Físicas
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Oro Blanco: Es una aleación de oro puro (Au) con otros metales como níquel (Ni), paladio (Pd) o plata (Ag) para conferirle una tonalidad más clara. En PROMESA utilizamos dos estándares:
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Oro blanco de 14k: 58.3% oro puro, 41.7% de aleación metálica. Al tener menos oro resulta duro y resistente.
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Oro blanco de 18k: 75% oro puro, 25% de aleación metálica. Más prestigio y valor en tu pieza.
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Platino: Tiene una pureza del 95% (Pt 950), con pequeñas cantidades de otros metales como iridio (Ir), rutenio (Ru) o cobalto (Co). Por su estructura compacta es excepcionalmente duradero y es el metal más premium que hay para un anillo de compromiso blanco.
2. Durabilidad y resistencia
Oro Blanco: Posee buena resistencia al uso diario. Considera que su tono blanco brillante depende de un baño de rodio, el cual necesita renovarse cada cierto tiempo para mantener su color, ya que debajo del rodio tendrás oro color amarillo tenue, que se asomará en tu anillo conforme la capa de rodio se vaya adelgazando con el uso diario. Estimamos un mantenimiento cada 1.5 o 2 años, dependerá de tu uso y hábitos.
Platino: Reconocido por su excepcional resistencia y durabilidad, el platino soporta mejor el paso del tiempo. Es naturalmente blanco, así que no requiere ningún baño. Su mantenimiento es más sencillo y consiste solo en una pulida básica que posiblemente le debas dar cada 3 a 4 años.
3. ¿Cómo se trabajan estos metales?
Nuestros artesanos trabajan cada anillo con dedicación y cariño:
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Oro blanco: Se funde el oro puro con metales como níquel, paladio o plata para lograr el color deseado y posteriormente se recubre de rodio mediante electrólisis para aumentar el brillo y mejorar su resistencia a la corrosión.
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Platino: Este metal se funde a temperaturas superiores a los 1,700 °C, lo que requiere hornos de alta resistencia, y se pule mediante abrasivos específicos para metales de alta densidad. Trabajar el platino es más complejo y requiere de técnicas artesanales muy distintas y más exclusivas.
4. Sensación al llevarlo puesto
Oro Blanco: Más ligero y delicado, ideal si prefieres una sensación cómoda y sutil.
Platino: Su peso ligeramente superior transmite una sensación lujosa y segura, ideal si buscas algo robusto y sólido.
5. ¿Qué metal se adapta mejor a tu presupuesto?
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Platino: Es el metal más premium para un anillo de compromiso, y su precio en un anillo de compromiso es $6,000 más elevado que para el oro 14k, y $2,000 pesos más que el oro de 18k. Esto es debido a su mayor densidad por centímetro cúbico, su rareza y complejidad en la elaboración.
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Oro Blanco: Más accesible y el más común en nuestros anillos de compromiso, especialmente en la versión de 14k, que será una pieza para toda la vida a un precio que te permitirá destinar mayor tamaño a tu piedra central sin sacrificar calidad ni elegancia en el anillo.
6. ¿Qué mantenimiento necesitan?
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Oro Blanco: Requiere un baño periódico de rodio, aproximadamente cada año y medio o dos años.
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Platino: Apenas requiere mantenimiento, que será un simple pulido posiblemente cada 3 a 4 años.
Para ambos casos, en nuestro taller siempre contarás con servicio para cualquiera de tus anillos PROMESA.
7. Posibles desventajas:
Oro Blanco:
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Su color blanco depende del recubrimiento de rodio, el cual se desgasta con el uso y necesita renovación periódica.
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Aunque es sumamente raro, puede provocar alergias en personas sensibles al níquel, un componente presente en ciertas aleaciones en cantidades diminutas.
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Menos denso que el platino, por lo que puede deformarse más fácilmente con golpes fuertes.
Platino:
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Su mayor peso podría resultar incómodo para algunas personas, especialmente en anillos más anchos.
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El costo más elevado puede influir significativamente en la decisión final.
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Aunque no necesita recubrimiento, con el tiempo puede desarrollar una pátina que transforma su brillo inicial en un acabado más mate, algo que no siempre agrada a todos, pero es muy fácil de corregir con un pulido básico en taller cada 3 a 4 años.
Entonces, ¿cuál elegir?
Si buscas algo resistente, lujoso y con poco mantenimiento, el platino será tu mejor compañero.
Si prefieres comodidad, economía y no te importa un pequeño mantenimiento periódico, el oro blanco será una opción hermosa y práctica.
Ambos metales tienen una belleza y elegancia y te darán un anillo para toda la vida. La elección perfecta será la que refleje mejor tu estilo de vida, tus gustos personales y lo que desees transmitir con este símbolo especial.
En PROMESA estamos encantados de asesorarte para que tomes esta decisión tan importante con la confianza de estar eligiendo lo mejor para tu historia de amor.
